Este post va dirigido a todos aquellos que estáis empezando a tocar un instrumento de viento. A los que ya lleváis un tiempo. Y también, porqué no, a los profesionales: vuestros profesores y maestros os han enseñado la técnica, los recursos, el lenguaje. Sin embargo, la mayoría de ellos no tiene en cuenta la preparación física que requiere el tocar un instrumento de viento y las lesiones que ello puede provocar. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo...
Soy una saxofonista con problemas de mandíbula. Menuda faena, no? Por suerte, mis problemas no son debidos a tocar, pero sí que me afectan en mi embocadura, y el esfuerzo continuado me provoca dolor.
Consultando a médicos y fisioterapeutas, llegaron a la conclusión de que mi problema no podía solucionarse, pero sí se podía mejorar mi estado y así poder tocar sin perjudicar mi salud. Me recomendaron unos completos ejercicios para los músculos faciales con el fin de prepararlos antes de tocar y tonificarlos para soportar mi estructura mandibular.
A continuación encontraréis los ejercicios, agrupados por el momento en que deberéis realizarlos.
Ejercicios antes de tocar (para estiramiento y flexibilización)
- Pronunciar las vocales y consonantes con movimientos amplios y de forma lenta. La musculatura del cuello y de los hombros debe estar relajada. La única musculatura que debe trabajar es la que está alrededor de la boca. El resto de la cara debe estar relajada.
- Hacer como si masticaras chicle. Movilización de la musculatura masticadora.
- Apretar los labios fuertemente y hacer pedorretas.
- Poner los labios hacia dentro (como si te pusieras bien el pintalabios).
- Hacer el movimiento de enjuagarse la boca.
- Bajar el labio inferior hacia abajo, como haciendo cara de asco. También es posible hacerlo con las manos, sin hacer ningún movimiento activo para estirar.
- Mover la mandíbula de izquierda a derecha (poco a poco si tu mandíbula es delicada).
Cada ejercicio debe durar 6-7 segundos y repetirlo unas 3-4 veces.
Ejercicios con el instrumento
Primero solo con la embocadura y después con todo el instrumento.
Tocar distintas notas cambiando de grave a agudo para ir aumentando tensión de tus labios. Contra más agudo más tensión y fuerza hará tu musculatura.
Ejercicios de estiramientos (para después de tocar)
- Coger el músculo orbicular del labio (la parte superior e inferior de los mismos) y aguantar unos 20 segundos unas 4 o 5 veces.
- Relajar toda la musculatura y sacar la lengua. Es decir, ser consciente de tu cara y notar que no tiene tensión. Abrir la boca a una altura que no te provoque gran esfuerzo y sacar la lengua de forma relajada. Contra más conciencia tengas de tu lengua, más se relajará tu musculatura.
Tonificación
La tonificación se debería hacer como un ejercicio de mantenimiento de la musculatura, continuo y fuera de la actividad de tocar: cada día, 2 o 3 veces por semana, en un espacio que dediques a esto. Es recomendable que estos ejercicios se hagan delante de un espejo para evitar tensar la musculatura que no participa en la tonificación.
- Hacer el gesto de reír pero recto.
- Hacer la burla (levantando labio superior solo de un lado).
- Hacer gesto de dar un beso pero que se vean los labios.
- Dar un beso
- Hacer cara de asco o escalofrío (como el 6º de los ejercicios de calentamiento pero haciendo tu la fuerza).
- Como el 5º pero estirando la comisura (los lados) hacia abajo con los dedos como si hicieras cara de pena y sin hacer ningún esfuerzo con la cara.
Cada ejercicio debe durar 5-6 seg y repetirlo 5 veces.
Es muy importante mantener el resto de la musculatura relajada para no perder más energía de la necesaria y evitar tensiones no deseadas. Ser consciente de la tensión que pones en estos ejercicios te ayudará a corregirla. Si haces más tensión de la cuenta aquí, imagínate tocando.
Como veis, estos ejercicios van dirigidos a personas con problemas mandibulares. Puede ser que tocar produzca dolores musculares en otras partes como hombros, cervicales, espalda, etc. También existen ejercicios de preparación y tonificación para evitar estos dolores y futuras lesiones. ¡No hay que sufrir para tocar! Puedes acudir a un fisioterapeuta especializado en músicos y él te ayudará con tu instrumento.
Y tu, ¿te atreves a sentirte mejor? ¿Ya has probado los ejercicios y quieres explicar cómo te han ido? ¡Déjanos tu comentario!
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